No Viva Solo Para Trabajar........
Días pasados, un
medico me comentaba que había recibido en su consultorio a una paciente aquejada
de estrés. Le había descrito todo su trajín desde que se levantaba hasta que
salía corriendo al trabajo. Una de sus tareas era hacer la cama. El medico le
recomendó que se olvidara de hacerla durante un par de semanas, y ella,
comenta, lo quedo mirando como si hubiese estado ante un salvaje criado por
lobos. A pesar de todo, cuenta, siguió sus consejos. Al cabo de dos semanas
entro en el consultorio, la mujer, con la cara radiante de alegría: había
dejado de hacer la cama por primera vez en 42 años y no le había ocurrido nada
malo.......... Y otra cosa agrego: también he dejado de secar los platos. Haciendo
un análisis de esto, la mujer hizo dos grandes progresos: primero darse cuenta
de que en la vida hay opciones que ella nunca había considerado, y segundo,
permitirse no ser el ama de casa perfecta. Fue una experiencia enriquecedora y
decisiva.- Cuento esta anécdota porque ilustra un importante principio de la
administración del tiempo: " Que nadie puede hacerlo todo".- Cada
persona tiene que optar por ciertas cosas y sacrificar otras.
Dificultad esta en que, al establecer las jerarquías, muchos dejan en ultimo
lugar su salud física y su bienestar emocional.
Están may
preocupados por su casa y por su coche que por si mismos, y anteponen a las
suyas las necesidades de los demás.
Eso estaría bien
de vez en cuando, y también lo estaría si hubiera equilibrio, pero la mayoría
de los que actúan de esa manera se van desgastando y terminan sintiéndose
agobiados. Por fortuna, la vida no tiene que ser así. A este respecto, he leído
un libro escrito por Sol Gordon y Harold Brecher, cuyo titulo me resulto muy
elocuente: La vida es incierta....... ¡Comete el postre primero! Si siempre
dejamos lo may sabroso para el final, es muy probable que no lleguemos a
paladearlo. Anteponer el trabajo a la salud y al placer pronto se convierte en
un derroche de energía a costa, precisamente, de la salud y del placer. He aquí
como ocurre: cuanto más atareados estamos, menos tiempo libre tenemos para lo
que no sea trabajar. Dejamos entonces de hacer ejercicio, o comenzamos a
saltarnos algunas comidas o a dormir menos horas de las necesarias. Poco a poco
llegamos al grado de que el tiempo ya no nos alcanza para ver a los amigos, ni
para leer, ni para salir al aire libre, y pueden pasar seis meses sin que demos
un buen paseo. Vivir así no es nada envidiable. Y no nos engañemos: el fax y el
teléfono celular no ahorran tiempo, lo que hacen es acelerar todavía más
nuestro ajetreo. La finalidad tampoco es ser más eficientes, pues esto significa
rendir más en menos tiempo, cuando en realidad se trata de matarnos menos y
disfrutar más.
¿Cual es,
entonces, la solución? En una palabra, definir nuestras prioridades. Determine
lo que más quiere en la vida y haga de ello un objetivo principal. Entre las
prioridades de todos los días se cuentan comer bien y a las horas debidas,
dormir lo necesario y convivir con quien más queremos. El ejercicio, el
esparcimiento, los amigos y los pasatiempos también deben ocupar un lugar
importante en nuestra vida. Lo fundamental es hacer diariamente algo en
beneficio de uno mismo. Usted sabe mejor que nadie qué lo hace sentirse bien y,
por lo tanto, es quien elige las opciones.
Por supuesto,
tendrá que sacrificar alguna de las cosas que actualmente llenan sus jornadas,
a fin de tener tiempo para las actividades que lo relajan y entretienen.
De hoy en
adelante deje el portafolio en la oficina, dicho de otra manera, dedique
más tiempo a las cosas que quiere hacer y menos a las que debe hacer.
Añada su nombre a
la lista de personas a las que quiere hacer felices.
No se trata de
ocuparse ante todo de uno mismo ni exclusivamente de uno mismo, sino también de
uno mismo.
La meta es
alcanzar el equilibrio; la clave, darse un respiro, y el momento oportuno para
empezar, cuanto antes..........
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