Bienvenidos

Bienvenidos aventureros digitales, en espacio de la gran red se encontraran con diversos temas y textos de interés, sobre todo relacionados con los temas de la vida y el esoterismo. Yo soy el que soy, Don Mario, su servidor. Estaré aquí para contestar sus preguntas, guiarlos por su camino y aconsejarlos en la vida.

lunes, 2 de julio de 2012


LA VOLUNTAD



Para cambiarnos verdaderamente tenemos que comenzar cambiar irremediablemente nuestra conducta interna, es decir, nuestros estados emocionales, sentimentales y mentales, transformando cada deseo en voluntad consciente. Y para hacer esto, ¿Que es necesario? - Eliminar dentro de nosotros mismos los defectos psicológicos, estudiando y comprendiendo cada uno dentro de los 49 niveles de manifestación mental. Y para esto se necesita de la voluntad de hierro. Aquella voluntad incansable de luchar contra el sí mismo. Siempre y siempre contra el sí mismo, sin perjudicar a los demás. Debemos desenvolver la fuerza para reconocer el cuánto somos flojos para este trabajo y así buscar el anhelo más profundo de cambio hacia la oportunidad que tenemos de vencer a nosotros mismos, sin que nos derrotamos, sin que nos entreguemos al fracaso y al desanimo y a la pereza. Ciertamente que estas son fuerzas que van siempre de encuentro a nuestra voluntad. Si nosotros poseemos la voluntad de hierro podremos debilitar las con la constancia, sino acabaremos víctimas de nuestra propia negligencia y justificativa mental. "Voy a dejar lo para mañana hoy estoy muy cansado." "Soy un flojo y por lo tanto no voy a lograrlo." Ciertamente que justificativas cómo estas nos estacan en el camino y acaba que nos entreguemos antes de comenzar.



Debemos crear dentro de nosotros mismos la voluntad para servir a los demás sin esperar recompensa. La voluntad para ayudar a quién necesita sin discriminación alguna. La voluntad para vivir en sociedad con solidaridad y fraternidad. La voluntad para vencer a nosotros mismos en circunstancias cruciales de nuestras vidas. El bien de la verdad, por terminar dentro de nosotros mismos estos elementos indeseables y perjudiciales ya que no poseemos la voluntad para crear o modificar las circunstancias en nuestra vida. Se puede notar que un borracho siempre estará en vuelto con las bebidas y las circunstancias que le rodeen, alcoholismo, enfermedades, peleas familiares, desajustes psicológicos, etc. Una prostituta estará involucrada con antros de prostitución, gigolós, homosexuales, heterosexuales, infrasexuales, y con ella todas las circunstancias que les rodean, tal cómo enfermedades venéreas, AIDS, etc. Un asesino o ladrón estará siempre envuelto con la prisión y etc. Todo esto sigue bajo la ley de afinidades psicológicas. Es decir, un ladrón estará siempre junto con otros ladrones pudiendo ser dentro o fuera de la prisión. Un borracho estará siempre en un bar junto con otros borrachos. Un viciado estará siempre junto con otros viciados y drogadictos y así poco a poco la humanidad va formando sus grupos étnicos. Las personas, es decir, nosotros mismos nos agrupamos por afinidades psicológicas, pero también existen otras leyes que nos rigen y que hacen con que nos agrupemos así.



Sin embargo podemos afirmar que si realmente anhelamos y profundamente trabajamos podremos cambiar las circunstancias en nuestras vidas. Si por ejemplo, un borracho trabaja sobre sí mismo y resuelve de una vez eliminar el vicio de la bebida, comienza entonces a cambiar y a determinar algunas circunstancias en su vida. Si realmente deja de beber, luego no estará más en alrededor de amigos borrachos o en un bar. Podrá entonces atraer para sí otras personas las cuales les traerán nuevas circunstancias en su vida. Si una prostituta deja de una vez la prostitución y pasa a tener una vida social normal luego atraerá para sí nuevas circunstancias en su vida. Si el ladrón deja de robar también podrá crear otras circunstancias en su vida y así sucesivamente. Con cuanto estos todavía son pequeños ejemplos de cambio aún superficiales. El cambio y la voluntad los cuales me refiero en este texto tiene haber con algo de aspectos de estos ejemplos. Una persona que aún esté en estas condiciones o esté envuelto en algún vicio tal cómo el cigarrillo, lo mínimo que podría hacer es dejar de lado estas cosas y comenzar a trabajar inmediatamente sobre estos vicios, si realmente anhela éste cambio. Jamás debemos hacer algo por sentirnos obligados o presionados y sí por sentirnos libres.

  

No queremos forzar a nadie a ésta cambio, apenas los orientamos en el sentido de que sin éste cambio estará todo perdido. Todos nosotros tenemos el "libre albedrío" aún que limitado para escoger lo que queremos hacer de nuestras vidas. O cambiamos o continuamos tal cómo somos. El verdadero libre albedrío solo lo conseguiremos el día que nos hagamos libres de nosotros mismos. Mientras exista el yo, el mi mismo, el sí mismo, mío y tuyo no existirá la verdadera libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario