Los siete hábitos de la gente
altamente efectiva
Primer Hábito: Ser
proactivo. La proactividad se refiere a que ante cada estímulo del medio
ambiente tenemos la habilidad de decidir la respuesta que queremos dar, esto
quiere decir que no somos esclavos de las acciones que sobre nosotros se
efectúan, sino libres ejecutores de nuestra conducta. Un ejemplo práctico en
nuestra vida es el de un chofer de un automóvil que nos grita una obscenidad o
nos toca con insistencia la corneta. En este caso nuestra respuesta puede
variar desde tomar un arma y dispararle para luego sufrir las consecuencias
legales de nuestra conducta hasta simplemente ignorarlo y no dejar que altere
nuestra tranquilidad. Lo importante es que la decisión es nuestra, que somos
los responsables de nuestra conducta.
Segundo Hábito: Empiece con
un fin en mente. Este hábito consiste en que nuestra conducta no la debe regir
el capricho ni el azar, debemos tener objetivos precisos a los cuales acercarnos:
Un título universitario, comprar una casa o un carro, mantener una relación
armoniosa con nuestros familiares y compañeros de trabajo. Cada vez que tomemos
una decisión importante debemos decidir si ésta nos acerca o nos aleja de
nuestros objetivos.
Tercer Hábito: Establezca
primero lo primero. El capitulo comienza un una frase del sabio alemán Goethe:
" Lo que importa más nunca debe estar a merced de lo que importa
menos". Consiste en distribuir nuestro tiempo sobre la base de
prioridades: El autor describe un método de organizar el tiempo sobre la base
de cuatro cuadrantes en los cuales coloca las actividades: urgentes, no
urgentes, importantes y no importantes.
Cuarto Hábito: Pensar en
Ganar-Ganar. Este hábito indica que nuestras interacciones con otros seres
humanos siempre deben ser de mutuo beneficio, que no existe otra opción.
Nuestra relación con un cliente debe ser ganar-ganar, si yo gano y mi cliente
pierde, pierdo al cliente. No existe otra opción, aunque a corto plazo otros
tipos de relaciones resulten en ganancias inmediatas, a largo plazo vemos que
son ineficaces y perjudiciales para ambas partes. El autor explica que si
después de razonar con nuestro interlocutor no logramos un acuerdo ganar-ganar,
nos queda la opción de "no hay trato".
Quinto Hábito: Procure
primero comprender y después ser comprendido. Este hábito trata de ponerse
primero en el lugar del otro, de ver las cosas desde su punto de vista. Se basa
en el refrán popular de " Todo es del color del cristal con que se
mire". Es quizás el más difícil de practicar, casi siempre pasamos más
tiempo hablando que escuchando y creemos que las cosas sólo pueden ser de la
manera en que nosotros las vemos.
Sexto Hábito: La sinergia.
Algunas metas las podemos lograr solos, pero las empresas grandes sólo las
podemos lograr con trabajo en equipo. Proyectos como la llegada del hombre a la Luna o la fabricación de la Bomba Atómica son el
resultado del trabajo sinérgico.
Séptimo Hábito: Afile la sierra. Este capítulo comienza con la historia de un leñador que se encuentra tan inmerso en su trabajo de derribar árboles que olvida que dedicar unos minutos a afilar su sierra le haría ahorrar muchas horas de esfuerzo. Aplicado a nuestra vida afilar la sierra se refiere a dedicar un breve espacio de nuestra vida a mejorar nuestras condiciones físicas e intelectuales mediante el ejercicio físico y el estudio
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