SIMBOLOGIA MAGICA DE LOS CUATRO ELEMENTOS
Para los alquimistas la TIERRA simbolizaba la
consecución perfecta de un objetivo cuyos componentes innatos serian lo
pacifico y lo sublime, una figura triangular con el vértice menor hacia abajo,
seccionado por una recta mínima, seria un símbolo.
Los simbolistas afirman que
es el elemento constitutivo, por antonomasia, del estado solidó de la materia.
La psicología lo asocia a la
receptividad y a lo femenino, por lo que se trataría de un principio pasivo y
receptivo.
Los hebreos hablan de “Tierra
Prometida” y, según el Antiguo Testamento, constituye el Don de su Dios,
Jehová, a los que se mantuvieron puros y creyeron en El.
La representación icnográfica
más usual es aquella en que aparece una mujer, de aspecto joven, unas veces,
vetusta otras, rodeada de animales, vegetación y en ocasiones, no falta,
también la figura de un niño o de un adolescente. Tal composición simboliza la
figura dual que los antiguos “humanos” prehistóricos conocían como “GRAN
MADRE”.
Para los Astrólogos se halla
relacionada con los signos llamados “de tierra”, es decir con Tauro, Virgo y
Capricornio, la Tierra
simboliza el realismo y lo practico.
EL AGUA SEGUNDO ELEMENTO
Para los Alquimistas, el
elemento Agua, simboliza la limpieza y la purificación, y es un elemento fluido
en el que por inmersión se limpian los metales de toda impureza. Una figura
triangular, sostenida por uno de los vértices, seria un símbolo.
Para los simbolistas, tenían
un significado también receptivo y femenino.
En todas las civilizaciones y
culturas se identificaba al Agua con el principio de la vida. Mediante el cual
podían purificar tantos sus cuerpos como sus almas. De ellas emanará la
primigenia materia que se transformará, el la cosmogonía de algunos pueblos, en
simbolote pacificación y limpieza; el olvido del “hombre viejo”, antaño marcado
por la culpa.
La representación
iconográfica del agua es muy diversa, aunque la más significativa es aquella en
la que la figura de una Ondina aparece entre delfines que la guían.
Para los astrólogos se halla
relacionada con la triplicidad zodiacal
compuesta por los signos, Cáncer, Escorpión
y Piscis y todo lo relacionado con la sensibilidad y la emoción humana.
Para los simbolistas era el
detentador de todo lo creativo y dinámico, siempre en continua acción. Lo
asociaban al “neuma”, soplo o espiritu vital en cuyo caso continua el “Logos”
el “Verbo” o la palabra.
Es también el viento que
produce las tempestades, por lo que algunos pueblos antiguos veían en él al
elemento invencible y hostil, que ocultaba los espíritus invisibles, solo
intuidos a través de los efectos producidos por ellos sobre los demás
elementos.
Moderadamente se atribuye al
elemento Aire la representación de la libertad y en el seno transportaría toda
idea utópica y toda pretensión de etéreo alejamiento de lo desagradable.
Iconográficamente aparece
representado por la figura de un Efebo que sostiene un pañuelo en sus manos, el
cual se mueve con el viento.
Para los Astrólogos se halla
relacionado con los signos del zodiaco, Géminis. Libra y Acuario y simbolizando
lo reflexivo, o lo creativo.
EL FUEGO ELEMENTO PRIMORDIAL
Para los Alquimistas el FUEGO
aparece como un elemento primordial de todo intento de aleación y suelen
representarlo por un triangulo apoyado en su base.
Para los simbolistas, el
fuego seria un elemento básico, activo, de naturaleza creativa y de carácter
masculino. Detecta todo lo relacionado con los aspectos sagrados, pues a causa
de él adviene la purificación al mundo de los seres humanos, el Ave Fénix,
después de arder por completo, renace de entre sus cenizas.
Constituía objeto de
adoración desde los primeros tiempos de su descubrimiento y aparecía mezclado
en las más diversas teosofías y teogonías. En el libro del Apocalipsis se le
asocia con la “RUEDA DEL FUEGO”, en el Antiguo Testamento, se nos dice que el
Profeta Elías aparece sobre un “CARRO DE FUEGO”, lo mismo sucede con la zarza
que arde sin consumirse ante la presencia de Moisés, se le relaciona también
con el Sol y, según ciertas interpretaciones modernas es el último caso, una
muestra del anhelo de los seres humanos por superar la mediocridad y alcanzar
estados de madurez psíquica. A menudo se constituye en gran ambivalencia,
pues por un lado construye y por el otro destruye.
Para los Astrólogos se halla
relacionado con la triplicidad zodiacal
compuesta por los signos de Aries, Leo y Sagitario, y simbolizaría el
entusiasmo y también la generosidad.
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