MATADORES
DE ILUSIONES
Nada recuerdo con más agrado de mi niñez que los
sueños y las fantasías.
Esa inmensa capacidad de los niños de suspirar,
de abrir los ojos y mirar con lo más profundo de su mente y su corazón al mundo
íntimo de la ilusión. Esa capacidad de imaginar que se es el campeón de fútbol,
la reina de las reinas, el magnate industrial, el sabio, el artista genial o,
sencillamente, la persona más feliz de esta tierra. Lo increíble es que el niño
no solo lo ve y lo siente como si fuera realidad, sino que tiene la capacidad
de vivirlo sin reservas más allá de cualquier frontera. El peligro son los matadores de
ilusiones. ¡Cuidado! Son seres quizás
bien intencionados que probablemente nos quieren mucho, pero que están
contagiados por un virus mortal para las ilusiones porque las mina, las
desdibuja, les va quitando la fuerza y el sentido; éste es el virus del
realista. Leí en una investigación realizada recientemente por la Honorable Asociación
Protectora de Ilusiones, que la población más afectada por el mal corresponde a
sujetos de más de 25 años, entre los cuales se encuentran el 92.6% de quienes
han permitido que el virus destruya sus ilusiones. Los científicos de HAPI,
(Honorable Asociación Protectora de Ilusiones) anotan que algunos de los
síntomas que presenta esta población son ceño fruncido, dedo índice señalando
al que tiene la ilusión, voz firme y expresiones tales como "sé
realista", "eso no se puede", "eso no lo ha hecho nunca
nadie", "¿estás loco?", "Eso es imposible" y "tú
nunca lo lograrás". Éstos y otros síntomas podrán ser profundizados con el
decálogo de la Asociación
de ex-Realistas Anónimos. Hace poco tuve la oportunidad de entrevistar a varias
personalidades acerca de los matadores de ilusiones. Al respecto, el director
técnico de un equipo deportivo muy exitoso decía: "Si les hubiera hecho
caso a los matadores de ilusiones, no hubiera alcanzado ni la décima parte de
los resultados. Me decían iluso y loco".
Un científico de renombre internacional
aseguraba: "Quienes trataron de contagiarme con el virus me decían que
científicamente era imposible convertir mis sueños en realidad.
Mi perseverancia mostró lo contrario. Mis sueños cambiaron la ciencia".
Una reconocida triunfadora en el mundo de los
negocios afirmaba: "Mis amigos realistas siguen pensando que esto y lo
otro no se puede, mientras yo me dedico a hacerlo".
Bueno amigos, yo mismo soy un constructor de
sueños, aunque confieso que no pocas veces he sido contagiado por el virus, he
apagado mis esperanzas o he permitido que otros lo hagan.
Por eso ahora suspiro, abro mis ojos y me conecto
con lo más profundo de mi corazón y mi mente, dejando fluir mis ilusiones y
esperanzas porque sé, sin duda alguna, que si quiero, puedo convertir cualquier
sueño en realidad.
¿Cómo puedes ayudar a otros a cuidar y a creer en
sus ilusiones?,
¿Cómo puedes cultivar mejor sus propias
ilusiones?
Con esperanza y fe, a mis amigos constructores de
ilusiones.
P.D.: Sólo por hoy elige pensamientos y emociones
positivas. ¿Notarás la diferencia?
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