CUANDO ALGUIEN
Cuando alguien te de una rama con espinas, en vez de
tomarla con indignación y correr el riesgo de pincharte las manos, recíbela con
serenidad y plántala en el jardín de tu vida.
Más, cuando recojas las rosas, no te olvides de
mandar por lo menos una para ese alguien.
Al fin de cuentas, fue ese alguien
quien te dio la rama.
Cuando alguien te de un puntapié, en vez de
devolvérselo, recuerda que diste un paso al frente, en tanto que él quedó un
paso atrás.
Cuando alguien te grite, no respondas con
otro grito, para no correr el riesgo de quedarte también ronco.
Cuando alguien te escupa, recuerda que un
poco de agua y saliva harán que quedes aún más limpio que antes, mientras que
el escupidor perdió un poco de saliva que actuaría benéficamente en su
digestión.
Cuando al fin, alguien se ría de ti, sonríe a ese
alguien. Al final, él precisa mucho más una sonrisa.
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