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Bienvenidos aventureros digitales, en espacio de la gran red se encontraran con diversos temas y textos de interés, sobre todo relacionados con los temas de la vida y el esoterismo. Yo soy el que soy, Don Mario, su servidor. Estaré aquí para contestar sus preguntas, guiarlos por su camino y aconsejarlos en la vida.

miércoles, 25 de abril de 2012

Compañero


  • Mírame como a un ser humano. Soy como tú, con virtudes y debilidades que necesito que comprendas. Por favor, salúdame. Será el primer paso para una relación cordial.

  • No me grites. Nos debemos respeto mutuo y a ninguno de los dos nos gusta que nos griten.

  •  No te pongas de mal genio cuando te llamo o me acerco a ti. Nuestra relación de trabajo necesita comunicación.

  •  Sé que tienes muchas presiones y ocupaciones, pero nos necesitamos mutuamente para que esta empresa funcione.

  • No me digas que haga algo que tú no haces. El ejemplo arrastra más que la orden. Si actúas bien, tienes toda la autoridad moral para exigir lo mismo de mí.

  • Sé una persona sociable. El trabajo no obliga a la amistad, pero sí al compañerismo. Así, las muchas horas que pasamos juntos, serán más gratas.

  • Si digo o hago algo que no te gusta, dímelo y no hables a mis espaldas. Acepto que me expreses lo que no te agrada, directamente y con naturalidad.

  •  Yo haré lo mismo contigo, me refiero a todo lo bueno que haces por mí, desde luego. Así, sin herirnos, con ánimo permanente de ayuda, mejoraremos en nuestras actitudes.

  •  No me declares la guerra fría. Si no te agrado como persona, lo acepto. Seguramente somos muy diferentes y no muy parecidos. Pero nuestro conflicto interpersonal, no puede entorpecer el trabajo que cada uno desarrollamos, ni el desarrollo de nuestra empresa.

  • Esta organización nos contrató para nuestro desempeño, no por nuestros gustos o disgustos personales. Debemos tener el suficiente grado de madurez para comprenderlo y cumplirle.

  • Hazme críticas constructivas que coadyuven a mi superación y no a sentirme mal cada vez que empleas el sarcasmo o la cólera.

  • Compréndeme, yo también tengo a veces tanto cansancio como tú, problemas como tú, y exceso de trabajo como tú.

  • No me menosprecies. Los dos tenemos valores y talento.

  • Seamos verdaderos compañeros de trabajo. Así nuestra vida laboral diaria será productiva y de una gran calidad.

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