PARA LAS PERSONAS QUE TRABAJAN JUNTAS
Ø
Gracias te doy ¡OH
Dios! por la gente con quien trabajo, por sus saludos en la mañana y sus
despedidas en la tarde, cuando se ha concluido la labor. Por el sentido de
camaradería que permanece durante el transcurso del día, por los alegres, los
contrariados, los sociables y los introvertidos.
Ø
Aunque nuestras
naturalezas sean diferentes, nos reunimos con un propósito en común,
compartimos problemas mutuos y perseguimos metas afines. El maravilloso y
extraño lazo de una labor realizada en común, nos permite familiarizarnos
mejor.
Ø
No somos la familia más
feliz, sin embargo, somos una familia. En ocasiones gozamos, diferimos y nos
aliamos como una familia. Tratamos de ayudarnos, estamos genuinamente
preocupados por cada uno. Existe un afecto entre nosotros que sólo las personas
que trabajan juntas pueden entender.
Ø
A veces, al terminar el
día, cuando nos preparamos para tomar rumbos distintos, me maravillo al sentir
cómo he llegado a conocer y amar a todas estas personas a través del trabajo.
Son todas ellas las que han añadido algo de valor incomparable a mi vida.
Ø ¡Mi
Dios, bendice y protege siempre a las personas con quienes laboro día a día!
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