ADIVINA QUIEN SOY
Muchos me buscan y sufren por mí,
al igual que tú lo hiciste,
y me necesitan más que tú,
pero por ti yo los desdeño.
¿Por qué me estas olvidando?
¿Por qué te aburres conmigo?
¿Por qué me estas traicionando?
Si cuando no me tenías me
buscabas,
Algunas veces hasta me rogabas,
sufrías por mí y
sentías celos cuando veías a
otros conmigo.
Me prometiste cuidarme,
Me prometiste venir a tus citas
puntualmente,
me ofreciste dedicarme tu esfuerzo,
tu lealtad,
tu dedicación y esmero;
prometiste amarme,
conservarme y ganarte mi
cariño y confianza.
Después que me conseguiste,
en un principio,
efectivamente me dedicaste tu interés,
tu tiempo,
tus cuidados y te esforzabas por
mi;
hasta acudías puntual a nuestras citas.
¡Y yo, era feliz!,
y el calor de tus
Cuidados empezó a dar frutos para ti,
en compensación a tu
esfuerzo y dedicación.
A ti te gustaba mi limpieza y yo,
¡era feliz por ti! ¡Me conquistaste!
Sin embargo,
ahora que me has asegurado,
ahora que necesito de ti,
igual o más que antes; ahora,
precisamente ahora,
es cuando ya me estas abandonando.
Me descuidas,
ya no acudes puntual a nuestras
citas.
En el tiempo que pasas conmigo,
Te sientes aburrido, te sientes fastidiado.
A veces ¡Lo tratas de ocultar un poco!,
pero otras, no te
importa que yo me de cuenta de
que ya no me quieres.
Ya no me dedicas todo tu tiempo
como antes,
ya no te importa la lealtad
que prometiste alguna vez.
Ya no te interesa mi limpieza,
ya no te preocupa mi progreso,
ya no te mortifica mi espera por ti,
algunas veces me dejas
esperando todo el día por ti,
y no te interesa pedirme disculpas.
Cuando te las pido,
Te muestras enfadado,
inclusive te perdono,
y tú me dices mentiras piadosas.
Pero veo y comprendo que ya no me
quieres lo mismo que antes,
en una palabra ¡Ya no te importo nada!
Y hasta me da la impresión que ya te
aburriste de mí,
puesto que guardas
impaciente la hora de separarnos.
Pero,
permíteme recordarte que por mí
tienes:
casa, alimentos y ropa a tu gusto.
Yo cuido de tu salud y de la de tu
familia,
si es que alguna vez se ve quebrantada,
y por mi dispones de
los servicios médicos necesarios.
Yo cuido de la seguridad de ti y de tu
familia,
tus gastos, vicios y caprichos;
ya sean grandes o pequeños,
los puedes satisfacer por mí.
entre la gente que te rodea.
Por mí,
también tienes crédito en las
casas
comerciales,
por mí tus relaciones
comerciales tienen validez,
pues tus firmas las respaldo yo,
cuando me lo pides;
ya que tus compromisos
los hago míos,
pues siempre me
importa tu seguridad y cariño.
Si por mí tienes eso y más
¿Por qué yo soy leal contigo y te
agradezco
todo lo que haces por mí?
Y no tengo tu dedicación,
tu tiempo ni tu esfuerzo.
Soy quien te proporciona todo,
Hasta un poco de felicidad,
y aquí estoy por ti esperando.
¿Cuídame igual que antes!
Que aquí te estoy aguardando.
Pero, recuerda siempre,
¡¡¡Que yo también puedo
cansarme de esperar!!!
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