Bienvenidos

Bienvenidos aventureros digitales, en espacio de la gran red se encontraran con diversos temas y textos de interés, sobre todo relacionados con los temas de la vida y el esoterismo. Yo soy el que soy, Don Mario, su servidor. Estaré aquí para contestar sus preguntas, guiarlos por su camino y aconsejarlos en la vida.

viernes, 8 de febrero de 2013

 
 

Vida después de la muerte

Jesús H. González de León
 
  • 10 noviembre 2012

  • En un abrir y cerrar de ojos… in ictuoculi, así transcurre la vida.

    El alma se separa del cuerpo; para los cristianos la muerte es una cita, alegría largamente soñada.Disfrutarse, es una sola vez.

    ¿Has visto en una tarde triste de otoño caer las hojas muertas? Así caen cada día las almas en la eternidad: Un día la hoja caída serás tú. SJME.
    Para los mismos cristianos el Juicio particular es el momento inmediato después de morir, momento crucial, para el que hemos vivido, es el día de pago, no hay discusión.

    En un instante con la ayuda de la luz divina, el alma descubre su verdad y la acepta, el alma se conoce a sí misma, conoce lo que merece.

    Como si fuera una película en cámara rápida, Dios evocará a nuestra memoria toda la vida anterior, aparece cada detalle, acciones, palabras, pensamientos y omisiones, así lo experimentó una coahuilense, Lilia Martínez, y lo narró en una excelente nota de Édgar Moncada para VANGUARDIA.

    “Asegura que vio breves instantes de su existencia, escenas vividas con su madre. Luego una intensa luz la fue arrastrando, “vas dejando atrás el dolor porque esa luz te lleva a algo pleno, a una tranquilidad; de repente estuve en un lugar tan hermoso que no tenía ni principio ni fin”, describe Martínez Asís.

    Añade que es un lugar agradable, cómodo, donde no se siente ni frío ni calor, tampoco existe el dolor ni sufrimiento. Asegura que no pasó mucho tiempo y a su lado sintió una la luz y un calor inesperado, al voltear observó la imagen de Dios que se ha reproducido hasta el momento, “ante la presencia de Él le imploraba que me dejara vivir, no quería morir, quería disfrutar de mis hijos porque no quería que se repitiera la historia que yo había vivido”, comentó.

    Ambos cerraron el trato. Dios le preguntó a ella qué daba a cambio, la mujer prometió vivir al máximo y estar al tanto de sus hijos. Lilia regresó, pero con ello el dolor físico de sus heridas, en primera instancia vio su propio cuerpo tendido en la cama del quirófano y los doctores tratando de salvarle la vida.

    “A la tarde te examinarán en el amor”, San Juan de la Cruz. La sentencia será irrevocable. Es verdad que Dios es infinitamente misericordioso, pero también es infinitamente justo, y hay un juicio, y Él es el Juez, aunque muchos dicen que el infierno no existe y creen que pueden abusar de la bondad de Dios.

    El alma que se condena ha decidido —ella, no Dios— perderlo para siempre, aunque nadie ha regresado del infierno para contarlo, las mejores descripciones lo definen como encontrarnos en la soledad de Dios, separación eterna de su felicidad, hambre y sed inextinguibles, vacío.

    Por el contrario, la experiencia de ver a Dios, también difícil de describir, es como una esplendorosa realidad que sobrepasa cualquier imaginación o descripción humana.

    El cielo “ni ojo vio, ni oreja oyó, ni pasaron a hombre por el pensamiento las cosas que Dios tiene preparadas para aquellos que le aman.
    Quienes mejor lo describen lo definen como un gozo ilimitado, estar unidos a la fuente de todo bien.

    Necesidad de amor y felicidad quedaran plenamente colmadas para siempre, “Vida, luz, paz,casa del padre, paraíso, banquete de bodas”. Veremos a Dios extasiados, su rostro amado, infinitamente amable y adorable. Lo esencial del Cielo es Dios.

    En síntesis, Dios mismo es el cielo para quien lo alcanza, el infierno para quien lo pierde, el purgatorio para quien Él purifica.

    Vale la pena preparase este abrir y cerrar de ojos que es la vida, jugarse el todo por el todo en esta apuesta, para ganarse la vida eterna. La inmortalidad sí existe.


No hay comentarios:

Publicar un comentario